Durante muchos años, la presentación de informes financieros ha desempeñado un papel de liderazgo en la gobernanza y la rendición de cuentas porque el desempeño financiero fue, por su naturaleza, el principal “integrador” de los recursos organizacionales. El estado de resultados nos dijo qué ingresos se obtuvieron y cómo se había gastado el dinero para obtener esos ingresos. También informó a los inversionistas sobre la calidad de los esfuerzos de la administración para administrar los recursos de manera efectiva y obtener ganancias. El balance nos informó qué activos y pasivos existían que sustentaban la capacidad de generar ingresos. Esto ha cambiado; muchos de los «activos» que una organización utiliza para obtener ingresos ya no están en el balance general, razón por la cual los informes integrados identifican tanto el capital financiero como un recurso clave para la creación de valor como se suman a estos otros cinco capitales no financieros: natural capital, capital social y de relaciones, capital humano, capital intelectual y capital manufacturado, todos los cuales son clave para el modelo de creación de valor empresarial. Sin embargo, existe poca relación entre el uso de capital financiero para crear y mantener estos otros capitales no financieros. Los ejecutivos y los inversores lo saben y la brecha entre los activos financieros y el valor organizacional ha aumentado significativamente.

Asimismo, el gasto reflejado en el estado de resultados ya no refleja con precisión los fondos que solo se han utilizado para generar ingresos corrientes. Los ejecutivos y los inversores lo saben y la brecha entre los activos financieros y el valor organizacional ha aumentado significativamente. Asimismo, el gasto reflejado en el estado de resultados ya no refleja con precisión los fondos que solo se han utilizado para generar ingresos corrientes. Los ejecutivos y los inversores lo saben y la brecha entre los activos financieros y el valor organizacional ha aumentado significativamente. Asimismo, el gasto reflejado en el estado de resultados ya no refleja con precisión los fondos que solo se han utilizado para generar ingresos corrientes.

Hoy en día, las organizaciones gastan cantidades importantes de dinero en la construcción y mantenimiento de activos intangibles, muchos de los cuales son las fuentes de valor de su modelo de negocio. El cumplimiento de las normas contables indica que dicho gasto no crea un activo que pueda figurar en el balance, por lo que el gasto se carga contra los ingresos, lo que, en efecto, agota el capital social de los inversores, cuando en realidad está creando valor para la organización. Estos intangibles, que son adoptados por los “otros capitales”, están en el corazón del reporte integrado. Desarrollar, gestionar y mantener estos “capitales” intangibles requiere una inversión financiera, y los directores ejecutivos inteligentes y eficaces están destinando miles de millones de dólares en financiación de forma continua para desarrollar, gestionar y mantener estos elementos. Sin embargo, a los efectos de la presentación de informes financieros, casi todos estos gastos son invisibles.

Lo que es igualmente preocupante es que el “gasto” acumulado o la amortización de estos intangibles no se registra ni se informa. El Marco Internacional de Informes Integrados establece que “El propósito principal de un informe integrado es explicar a los proveedores de capital financiero cómo una organización crea, preserva o erosiona valor con el tiempo. Por tanto, contiene información relevante, tanto financiera como de otro tipo. ”Esta falta de transparencia en torno a los intangibles crea un riesgo significativo para los inversores.

Si bien FASB ha anunciado que «los problemas relacionados con la presentación de informes sobre el fondo de comercio» serán un tema clave de discusión en 2021, el problema subyacente real es el crecimiento de los intangibles subyacentes que forman una parte significativa del fondo de comercio de la organización cuando se realiza una compra, venta o fusión. lugar. Esto tiene un impacto tanto en el fondo de comercio en el balance como en la gestión de estos activos intangibles que, mal manejados, a menudo resultan en importantes cargos por deterioro. Es el deterioro de estos mismos “capitales no financieros” lo que está en el centro del impulso para la presentación de informes integrados.

Sería un error cambiar la naturaleza conservadora de los estándares de información financiera para asignar valor a los intangibles que han ganado en importancia, entonces, ¿qué se debe hacer? El dinero parece ser un denominador común continuo. Hay que pagar a la gente; ¿La información financiera proporciona una explicación adecuada de lo que es el gasto corriente versus la creación y mantenimiento de capital humano? Se deben construir y mantener relaciones; ¿Hay suficiente visibilidad de este gasto? Incluso abordar el capital natural requiere una inversión continua.

El desafío para la profesión contable no es necesariamente tratar de incorporar estos cambios en estándares, sino desarrollar un marco de información financiera que construya un puente entre la gestión de recursos financieros y otros capitales no financieros, igualmente estratégicamente críticos. El desafío subyacente tanto para la administración como para los inversionistas es optimizar la calidad y solidez de TODOS los capitales que son materiales para la ejecución del propósito organizacional. Esto primero requiere una inversión para garantizar el cumplimiento, pero más allá de eso, la tarea es administrar todos los recursos para optimizar el rendimiento actual sin afectar negativamente la capacidad futura. La esencia de esto es evitar el riesgo de maximizar el desempeño financiero, si eso agota otras capacidades intangibles no declaradas.

La «G» en ESG significa gobernanza; La transparencia contable y financiera clara, y la información financiera completa y honesta a menudo se consideran elementos clave de un buen gobierno corporativo. Dado el cambio importante de los recursos corporativos que se asignan a los intangibles, ¿uno esperaría que se abordara el impacto del gasto en intangibles y la salud y el valor continuos de estos “activos invisibles”? Sin embargo, en la mayoría de los casos no existe una conexión obvia con los indicadores de desempeño no financiero para los otros capitales y la información financiera que se divulga.

El desafío con los informes actuales es que los inversores «simplemente no saben» dónde se fue el dinero o cuál es la salud y, por lo tanto, el riesgo de los activos no financieros. Si hubiera algún tipo de balance de apertura y cierre teórico de todos los «activos empleados», no solo los financieros, y los gastos que se muestran como «para generar ingresos» se desarrollaran más para proporcionar una idea de los aspectos actuales y no actuales, esto podría comenzar Desarrollar una mejor comprensión de todo el “sistema” o modelo de negocio desde una perspectiva financiera. Esto comenzaría a dar realidad a la integración y una mejor gobernanza.

Un paso simple sería comenzar a aplicar la información financiera a las métricas de recursos humanos. La rotación de empleados de una organización pone en marcha los gastos de contratación y reentrenamiento y, a menudo, provoca aumentos en los costos operativos. El costo financiero de la rotación de empleados podría calcularse e informarse. Una vez que esto se supiera, se podría calcular un retorno de la inversión en iniciativas para reducir la rotación mediante la realización de cambios en el lugar de trabajo. Esto parecería ser más valioso que tratar de calcular el valor de la fuerza laboral, cuando este valor no significa nada como una base de recursos independiente, separada de los otros aspectos del modelo comercial, o informar cuántas horas de capacitación se completaron. .

El interés en abordar esta necesidad de un puente entre la gestión financiera y los capitales no financieros está comenzando a desarrollarse, como una iniciativa liderada por la IMA y apoyada por WBCSD e IFAC, que plantea la pregunta sobre la idoneidad de los enfoques actuales de la contabilidad de gestión. y qué se podría colgar o desarrollar para mejorar el vínculo y la comprensión.

Este artículo se basa en el libro publicado recientemente por los autores «Cómo perdieron el equilibrio los contadores: cómo la profesión se ha alejado de la realidad y debe adaptarse a un mundo intangible».

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